Luego de la sustracción, los elementos son insertados en un mercado negro que también está en alza. En algunos locales de la ciudad de Corrientes se ofrecen en pizarra la lista de precios de muchos de los productos que en la actualidad son de la preferencia de los delincuentes.
A lo largo de la historia, el país atravesó por distintas crisis de índole económica. La inflación es uno de los males difíciles de superar. En cada una de las crisis, hubo incrementos de la inseguridad. La actualidad del país marca que hay delitos que fueron aumentando y uno de ellos está en crecimiento en la capital de Corrientes. De acuerdo a datos oficiales, en los últimos meses hubo mayor cantidad robo de medidores de agua, cables, bronce y placas que se extraen de los cementerios.
A la crisis económica hay que agregar un factor que hace que este tipo de delitos crezcan sin importar los riesgos o la posibilidad de quedar en los registros por cometer robos. Ese factor es el consumo de estupefacientes. Muchas de las personas que proceden a estos ilícitos son consumidores y necesitan recurrir a los robos para tener en sus manos las sustancias, muchas veces hasta arriesgando sus propias vidas.
Vale recordar que el pasado 29 de agosto, un joven intentó sustraer cables y recibió una fuerte descarga eléctrica, que le ocasionó la muerte inmediata en el barrio Fray José de la Quintana. El hecho ocurrió sobre calle Vallejos, a pocos metros de la escuela 956.
El joven de aproximadamente 17 años intentaba robar cables del transformador con una sierra, informaron fuentes policiales.
Hasta el lugar se acercaron efectivos policiales y también personal de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes para reparar el cable dañado.
Pero estos delitos no quedan solo en la ciudad de Corrientes el pasado 26 de marzo, la Policía inició tareas de investigación para determinar cuántas personas ingresaron a robar en la subestación de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC), ubicada en el Centro Comercial de INVICO, de la localidad de Curuzú Cuatiá. Por ese hecho, un hombre quedó internado por presentar severas quemaduras tras recibir fuerte descarga eléctrica. En el lugar la Policía encontró diversos elementos como una bolsa arpillera, pinzas, cables, entre otros objetos que sumaron en la causa. Habrían actuado más personas en el intento de robo.
Por el caso, efectivos policiales de la comisaría Segunda de la ciudad curuzucuateña, en colaboración con la Unidad Fiscal de Investigaciones, llevaron adelante labores investigativas en relación al intento de robo que sufrió la instalación en un centro comercial, del cual al menos un hombre resultó con heridas graves, lo que derivó su trasladado al hospital local Fernando Irastorza.
Los cables son algunos de los elementos que en la actualidad son de la preferencia de la gente que busca revender el cobre que tienen los cables.
Además de este producto se suma la sustracción de medidores agua. Los mismos están colocados en las veredas de la cada vivienda de la ciudad.
De acuerdo a datos oficiales, en los últimos meses, de este tipo de delitos los que más fueron denunciados son los de medidores de agua. Además del robo, genera complicaciones con la salida de agua.
Como si fuera poco, el otro delito que llama la atención es el robo de placas en los distintos cementerios de la capital provincial.
Otro elemento que es requerido por los sujetos que se dedican a este tipo de delitos son las canillas de bronce.
Pero luego de cada delito, los ladrones buscan lugares para canjear esos elementos por dinero.
Fuentes policiales informaron a época que hay un mercado negro que se debe combatir. En las últimos días época recorrió algunos puntos de la ciudad y detectó locales que compran productos como cobre, bronce, plomo, latas, entre otros.
En uno de los locales ubicado en el barrio Villa Chiquita se puede ver que los carteles que se encuentran en la fachada, el precio del bronce es de 3.000 pesos por cada 10 kilos de ese producto. Por su parte, el kilogramo de bronce sale $1.600, mientras que el de plomo $300 y de lata con similar tarifa.
En el barrio San Marcelo también se detectó un local que ofrece comprar estos elementos.